por: Sam Mendoza Kong
Que a alguien le importe si amanecimos y nos diga los buenos días, si nos sentimos bien y estamos listos para lo que depare el día.
Que a alguien le importe si para despertar, el café sea algo que nos guste y lo ponga en nuestra mano, humeante, con aroma.
Qué bonito es que a alguien le importe si hemos podido dormir, si tuvimos frío, si nuestra salud está en su lugar, si puede darnos un comentario de aliento cuando se requiere.
Que a alguien le importe ayudar, estar ahí, decirte que está para tí, qué hermoso es sentirse simplemente acompañado en esas pequeñas cosas que representan poco o quizás tanto.
Cada detalle sumado uno con otro va dando forma al amor hasta hacerlo tangible.
Qué hermoso es que a alguien le importe si tu día ha ido como esperabas, si pudiste realizarte durante este o si algo quedó inacabado y estará ahí al día siguiente pero, te ha escuchado y reserva para la nueva oportunidad, una pregunta sobre cómo vas, y te motiva hacia adelante.
El camino puede hacerse solo, pero acompañado aporta magia, siempre se puede hallar sonrisa, escucha, apoyo, silencio o plática, respeto, impulso, o algo tan simple como estar ahí.
Qué bonito es hallar gente con quien caminar a lo largo de nuestro camino y hagan que cada cosa importe, tanto para uno como para el otro.
Me siento agradecida, porque para mí, tú importas y para tí, yo importo.



Deja un comentario