Dispuesta

por: Sam Mendoza Kong

Se supo dispuesta para amar. Su cuerpo tembló por dentro y no era perceptible por fuera, pero cada célula se estremecía energizada por una extraña sensación. No tenía entendimiento de lo que provocaba aquellas fuerzas. Algo le hacía brillar. Estaba despierta, vibrante, se movía como sobre olas, su espíritu se elevaba y todo su ser despedía frescura y vitalidad. Su cuerpo desprendía aromas únicos, cada poro se convirtió en un imán. A su alrededor se convocaron otros seres, pero no todos resistían la fuerza de su atracción, y sin embargo, se acercaban sintiendo su llamado pero, muchos se resquebrajaban como rocas que se despeñan. Ella entonces, no cesó de desarrollar mayor energía, su brillo fue en aumento, encandecía hasta estar como a punto de estallar, en ese instante, su luz, su fuego, lo alcanzó, lo abrazó y lo envolvió. Al principio sintió que debía hacer algo, pero ya estaba tan dentro de aquella poderosa energía que, prefirió juntar la suya con la de ella. Se fundieron hasta convertirse en estrella.


Pluma y Pensamiento

Escritos de mi pluma y pensamiento

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