¡Tú decides!

Por: Sam Mendoza Kong

Hasta el día de hoy has vivido, buscado y encontrado una causa de por qué no te salen bien las cosas.

Tener siempre «una buena razón» para justificarte es fácil, pero nunca te conducirá al logro de tus objetivos.

Aceptar y ejercer tu responsabilidad personal implica, deshacerte del salvavidas que medio te mantiene a flote y probarte que puedes hacerlo por ti mismo y más aún, que eres capaz de avanzar en la dirección que tú deseabas.

¡Tú decides!

Si sigues responsabilizando a los demás de tus desventuras y permites que un «así soy yo» ¿Qué quieres que haga? Te detenga. Y si continúas acatando conforme a lo que te indican los demás y si aceptas que otras personas sean los que te digan qué está bien, qué está mal.

La decisión es sólo tuya.

Ejércela. Es aceptar que tu vida tiene una razón de ser y que es tu responsabilidad encontrarla, como tuya será también, la satisfacción de haber alcanzado lo que si querías.


Pluma y Pensamiento

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