Escritor: Cecil Saint Laurent
Comparto la siguiente reseña: Lucrecia Borgia. Recién leí una edición de 1980 (la novena), la primera salió en 1975 y me gustó bastante. Lo primero que me atrajo es que está escrita en primera persona, de modo que es ella, Lucrecia, quien nos da su opinión y nos cuenta su propia versión de la historia. En otros momentos, también hacen uso de la voz: Alfonso de Aragón y el hermano de Lucrecia, César, quien como gran antagónico, nos da una muestra de su poder.
Lucrecia formó parte de la poderosa familia Borgia y este libro comienza cuando ella tiene escasos trece años y su hermano César la compromete a casarse con Juan Sforza. En su mente aún tierna, no cabe la posibilidad de vivir menos que en una idea romántica de matrimonio. Nada más alejado de la realidad. No solamente Juan, que es mucho mayor que ella, no se interesa para nada en conocerla ni mucho menos en cortejarla, sino que además la deja mucho tiempo a su suerte. En el capítulo primero: El traje de Bodas, se obvia lo que acabo de comentar. Esta parte es imperdible para conocer a la joven Lucrecia. Comparto un pedacito para antojar.
«Lucrecia echó deslumbrada, la cabeza hacia atrás. La sala entera, los convidados, los cantores, los músicos, todo le parecía de oro, de plata y de púrpura. Respiraba el perfume de la cera quemada y la música penetraba en ella dulcemente.
Fragmento de: Lucrecia Borgia por Cecil Saint Laurent, quien se inició a la escritura a la corta edad de 7 años con una novela.
Al final de un fragmento se mezclaron todos los instrumentos, los laúdes, las violas, los obóes. Los cantantes respondían alternativamente.
<<Estoy asistiendo a mi boda -pensaba Lucrecia- ¡Ah, qué hermoso es el mundo!>>»
Yo sentí el libro dividido aproximadamente en tres grandes episodios, el primero cuando la comprometen con Sforza y que termina con la separación de ellos, culpando a Sforza de nunca haber consumado el matrimonio. Recordemos que en tal época el divorcio era mal visto, pero ante lo anterior, es el mismo padre de Lucrecia, el Papa, quien lo autoriza. Lucrecia comienza a hacer fama de ser una persona malvada, algo que ralla en leyendas, pues dada la soledad a la que Sforza la orilló, con los años ella creció siendo una joven con sueños, ideales, inteligencia y ambición romántica.
¿Cómo pudo César quitar a Sforza del camino culpándolo de impotente? Se deshace de su hermano Juan de Gandía, con quien Sforza no tenía mala relación y Lucrecia se entera de lo que César ha hecho. Ella enfadada se recluye a un convento, del cual la sacan para presentarla ante el juzgado donde debe declarar que Sforza «nada de nada» con ella. Frustrado el primer matrimonio y sin haber logrado gran provecho político, César compromete a su hermana con Alfonso de Aragón, un joven que lo es, aún más que Lucrecia. Esto es para mí, donde inicia la segunda parte.
Es en este espacio de tiempo en que Cecil Saint Laurent permite que Lucrecia sea quien desmienta las leyendas que sobre ella se dicen en su etapa de mujer joven. En un primer momento, Lucrecia y Alfonso se encuentran mutuamente sin manifestarse quiénes son, mientras pasan una noche especial y mágica. Al día siguiente se enteran por sí mismos con quién han pasado, esa noche tan dichosa. Lucrecia no quiere decepcionar a Alfonso, quien le ha gustado bastante y lo cita en un lugar fuera de palacio a escondidas para sincerarse con él. Comparto un pedacito de antojo nuevamente.
«¿Debo continuar relatándoos mi historia? Ahora lo sabéis todo…
Fragmento de Lucrecia Borgia por Cecil Saint Laurent (Capítulo XII, «Si me queréis, creedme»). Otro de los libros escritos por Cecil fue: Caroline chérie, que le situó antes de cumplir 30 años, claramente en el campo de las letras.
… Me eché a reír. Y al mismo tiempo pensé: <<¿Por qué habré nacido?>>
-No me importa lo que digan de mí
-murmuré.
Y cada vez me importaba menos. La gente diría que me había acostado con uno, que había matado a otro y que había envenenado a todas mis rivales.
Y por fin, un día tendrían que referir mi muerte. Para mí todo habría terminado y no habría más que hablar. En resumen, todos eran demasiado injustos conmigo y muy pesada la carga de las injusticias.»
Para quienes disfrutan estas historias de época y más aún las costumbres para cortejar, comprometerse, casarse y vivir en matrimonio, el corto tiempo que dura el romance de película de Lucrecia y Alfonso es narrado por ellos mismos en la novela, haciendo saber por voz de propia, que alcanzaron una felicidad que sobrepasó todos los obstáculos que la política y la etapa histórica les plantearon.
Cuando Alfonso, por azar del destino, deja de parecer útil para los intereses Borgia, pero particularmente para los de César que narra sus motivaciones de primera voz, Alfonso es asesinado y Lucrecia sabe que ha sido su hermano quien le ha arrebatado la dicha para siempre.
«Durante algunos meses las tormentas me fueron victoriosas. Hubiera acabado por conquistar a Italia entera si, después de tres afortunados asedios, los franceses no me hubieran retirado las tropas que me habían prestado. Debían atender a sus propias dificultades en el Milanesado apenas conquistado, pues corrían el riesgo de perderlo otra vez».
Fragmento de Lucrecia Borgia de Cecil Saint Laurent, en el que César habla sobre lo que está ocurriéndole a sus territorios y lo que frenó algunas de sus estrategias. Aquí a continuación, César muestra uno de los tantos métodos que seguía en su actuar.
«Así las cosas, mandé a Micheletto a Roma con un veneno eficaz. Para mayor seguridad, le había recomendado que machacara un diamante y arrojara el polvo en el veneno. Este procedimiento si resulta caro de por sí, es eficaz en general y no deja el rastro que, por demás se diga, dejan todos los venenos».
La tercer parte en mi apreciación, inicia al fallecer Alfonso. Lucrecia se sume por obvia razón en la tristeza y César piensa que todo fin justifica sus medios. A continuación comparto un pedacito donde discuten.
«-Tú no asesinaste a Pedro por razones políticas, sino porque creías que lo quería.
Fragmento de Lucrecia Borgia por Cecil Saint Laurent. Cecil se dedicó a la literatura, el teatro, a la radio y al periodismo.
-Lo asesiné, como tú dices, porque necesitaba salvar tu reputación, en vísperas de tu boda con Alfonso de Aragón, que a la sazón me era necesaria.
-Lo mataste porque creías que me quería. Y a Sforza lo mataste por lo ocurrido en la posada. Renunciaste a matarlo al saber que entre él y yo no había ocurrido nada.
-Renuncié a matarlo -dije sosegadamente-, porque al enterarme de que eras virgen, el divorcio era posible. Era una solución más económica y más elegante.»
Evitaré contar el avance de la tercera parte, en la que César una vez más, compromete a su hermana esta ocasión con Alfonso del Este, un hombre que resultó ser cruel con Lucrecia, sobre todo en la noche de bodas, aunque después, acuerda con ella que haga lo que le plazca ya que él hará lo mismo. ¿En qué termina la historia? Te invito a averiguarlo leyendo el libro y así compartimos opiniones. La lectura nos enriquece a todos y cada quien aprecia lo propio. Gracias por leerme, el espacio para comentarios es todo tuyo.


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