por: Sam Kong
Hasta el día de hoy, has vivido, buscado y encontrado
una causa del por qué no te salen bien las cosas.
Tener siempre «una buena razón» para justificarte
es fácil, pero nunca te conducirá al logro de tus objetivos.
Aceptar y ejercer tu responsabilidad personal,
implica deshacerte del salvavidas que medio te mantiene
a flote y probarte que ¡puedes hacerlo por ti mismo!
¡Y más aún!, que eres capaz de avanzar
en la dirección que tú deseabas.
¡Tú decides!
Si sigues responsabilizando a los demás de tus desventuras
y permites que un «así soy yo», ¿Qué quieres que haga?
te detenga, y si continúas acatando conforme lo que te indican
los demás, y aceptas que otros sean los que te dicen
qué está bien y qué está mal.
¡Por favor no te quejes! cuando no consigas lo que quieres.
Las personas aún las que te aman, no saben a dónde vas.
¡Esa decisión es sólo tuya!
Ejércela, es aceptar que tu vida tiene una razón de ser
y es tu responsabilidad encontrarla,
como tuya será también, la satisfacción de alcanzar lo que querías.


Deja un comentario