por: Sam Kong
Clara lo había decidido mucho antes que para presentarse a esa cita en particular. Su médico le prescribió una dosis pequeña de hormonas. Ella estaba lista, lo sabía porque llevaba la cuenta. El día acordado, se presentó al centro, el médico extrajo una cantidad adecuada de ovocitos. También les llevó una muestra de esperma, con los ovocitos y las células masculinas, el centro se encargaría de realizar la fecundación in vitro y guardaría los embriones protegidos y sumergidos en nitrógeno líquido a una temperatura de -196 grados centígrados hasta serles requeridos.
La madre Karen, era una mujer de carácter frío, pero en los últimos años se había tornado en sombrío, depresivo y más controlador. La señora impidió que continuara el noviazgo de Karen con Raúl, que pensaban casarse luego de compartir con sus respectivos padres, que iban a tener un bebé. La familia de Karen, pero en especial su madre, se negó rotundamente pues, iba en contra de sus creencias religiosas y les reprochó el pecado, en particular a su hija, por ceder a las tentaciones de la carne.
Desde que se enteró, la señora ejerció sobre Karen toda la presión posible, pero al darse cuenta de que su hija no pretendía hacerle caso, hizo cita en una clínica y la llevó a abortar. Raúl, pensó que Karen había decidido deshacerse del bebé que ambos querían tener, y sin dejarla comentar nada, la cortó, y a las pocas semanas, se fue a vivir a otra ciudad.
Clara y Karen se conocieron en un encuentro misionero juvenil. Les tocó convivir en el mismo equipo de misión, pasaron la semana santa en una comunidad del Estado de México y conocieron a otras chicas con las que fueron entablando amistad pues, al regreso de ese viaje siguieron juntándose.
Genaro y Clara tenían años de noviazgo, unos meses atrás, él le había dicho a Clara que había conseguido un trabajo en Saltillo. Clara se molestó, porque él se lo comentó un día antes de partir sin haberle ni siquiera insinuado nada. A partir de ahí, ella, sobre todo, trataba de programar viajes de trabajo a Saltillo o Monterrey, para poder verlo. Cuando iba, él solía estar ocupado y trabajar hasta tarde, a pesar de que sabía que ella hacía lo imposible sólo para estar por allá.
Clara entonces, viviendo aún en México, compartía con sus nuevas amigas y, sobre todo, buscaba la compañía de Karen, a quien ahora conocía mejor. Había empatía ante la situación que esta había vivido, y trataba de apoyarla en todo, sobre todo a soportar el mal genio de su madre. Además, Clara y Karen tenían mucho en común. Disfrutaban actividades parecidas, se reunían sobre todo con amigos y amigas de Clara y hacían excursiones a muchos lugares: a hacer rappel, rafting, campamentos, escalada, bucear y otras aventuras divertidas.
Cuando Genaro notó que los viajes de Clara eran más esporádicos, él comenzó a programar venir más seguido a México. Llamaba a Clara, pero con frecuencia se daba cuenta de que se había ido con su amiga o luego se reunían, pero los tres. Él entonces, le enviaba flores, cartas, le hacía llamadas con mayor frecuencia y un buen día, decidió regresar a México, así como se había ido, sin avisar. Le llamó a una amiga de Clara y le preguntó si podía sondearla para saber qué tan dispuesta estaría a darle un sí en caso de pedirle que se casara con él. Le comentó que había comprado un anillo y estaba listo para el compromiso. La amiga intentó conseguir la respuesta.
Clara y Karen llegaron a casa de esta última, entraron a la cocina y se pusieron manos a la obra para preparar un pastel. La madre de Karen entró y Karen le presentó a su amiga. La señora hizo un barrido visual de Clara y las dejó trabajando, pero Clara notó la incomodidad de su amiga. Entonces ella le compartió que su madre tenía días sin hablarle, la única frase que había articulado desde que guardó silencio, era que no estaba de acuerdo en que estuviera tanto tiempo fuera de casa. De hecho, esa era la razón por la que Karen había invitado a Clara a cocinar ahí y no en casa de su amiga.
Un buen día, Clara le sugirió a Karen que sacara sus cosas y se fuera a vivir por su cuenta, se lo proponía para dejar de aguantar el carácter agrio de su madre. Las amigas se organizaron para hacer la mudanza de noche y Karen incluso, consiguió ayuda de su papá, que las esperó afuera de la terraza con una camioneta lista y cuerdas para bajar los muebles. El señor ya no vivía en la casa. Se había ido de ahí hacía algún tiempo, el motivo había sido que, o eso le dijo a su esposa, sus socios en la constructora, habían hecho un fraude y lo habían acusado a él y por ello, la justicia lo buscaba. Desde entonces su esposa, tenía aquel comportamiento difícil.
Clara y Genaro quedaron de verse con unos amigos para ir a un bar, una noche en 14 de febrero. Los cuatro amigos bailaban junto a su mesa, aunque de pronto, comenzaron a recibir insinuaciones de otra pareja a un lado de ellos. Clara extrañada, le preguntó a su amiga Sara si sabía qué significaba “swinger”, a lo que su amiga le respondió que era momento de cambiar de mesa o irse del bar, pues aquellos individuos pretendían ligarlos para una relación con intercambio. Clara no sabía que eso existía, le propuso a Genaro hacer algo al respecto.
Así lo hicieron, cambiaron de mesa. Por un momento, Clara y Genaro se apartaron de sus amigos, él la trataba con cariño, la procuraba, bailaba con ella, en un momento en la pista, sacó el anillo del bolso de su chaqueta y le dijo aquellas palabras que Clara había soñado con escuchar de parte de él por tanto tiempo: ¿Quieres casarte conmigo? Su respuesta lo sorprendió.
Unos días antes de aquella salida… La situación en el trabajo de Clara se había tornado difícil, tenía algún tiempo siendo así, se lo había compartido a Genaro. Aquel día tuvo un “encontronazo” con su jefe misógino, este había estado corriendo gente. En un solo día, corrió a 17 chicas. Ella no estuvo en la lista, pero a los dos días la llamó a su oficina y le dijo que se quedara en la puerta, que no podía pasar, porque las mujeres eran inferiores. Ella, que se había guardado lo que pensaba, se decidió en ese momento a responderle que seguro eran tan inferiores quizás, como la madre que lo parió. Luego se fue a la oficina de la directora general a conversar al respecto. La directora le ofreció tomar un finiquito o cambiar de área. Clara eligió lo primero.
El 14 de febrero, ante el ofrecimiento de Genaro en aquel bar, Clara se sintió abrumada. Estaba enterada por su amiga Sara, de lo que su novio pretendía preguntarle, pero dada la situación que se había suscitado en su trabajo, no había tenido tiempo de pensar qué le diría. Le dijo a su amiga que aún no tenía idea de nada.
Por la tarde del día en que decidió tomar el finiquito, Oliver, un amigo de la universidad, le había llamado a Clara para decirle que se iba a vivir a Guadalajara. Ella le dijo que era curioso, porque justo la semana pasada, se le había presentado una oportunidad para vivir allá también. Que estaba renunciando a su trabajo justo ese día y era muy seguro que entonces, podrían coincidir en esa ciudad. Cuando regresó a su casa, llamó a Karen y le contó lo sucedido, entonces se le ocurrió ofrecerle a su amiga, venirse de “roomie” a Guadalajara, a lo que Karen accedió sin problema, ahí se había ido a vivir Raúl y estaba dispuesta a recuperarlo a como diera lugar, además, Karen dejaría de estar sufriendo las crisis de su madre y se haría independiente. Karen llamó a su padre para pedirle ayuda.
Ese 14 de febrero, cuando Genaro sacó el anillo y le preguntó a Clara si sería su esposa, ella comenzó a relatarle que había renunciado y que tenía planes de irse a Guadalajara, luego ella lo besó de manera discreta tocando apenas sus labios. A continuación, le pidió que la llevara a casa y le dijo que hablarían después.
A los pocos días, Clara y Karen emprendieron el viaje hacia Guadalajara, gracias al amigo de Clara, Oliver, encontraron rápido un departamento en una buena zona. Clara ayudó a Karen a buscar un local para poner su consultorio y por su cuenta, obtuvo trabajo en una empresa alimenticia multinacional. Estuvieron tan ocupadas por esos días, que Clara no llamó a Genaro y cuando este le marcó, ella le contestó que le devolvería la llamada cuando tuviera oportunidad. Al poco tiempo, en un breve viaje a México, Clara y Genaro se reunieron, él tenía planes para regresarse a Saltillo, ella no lo detuvo.
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Unos meses después, Karen había localizado a Raúl. Hablaron, se pusieron al día. Él por fin la escuchó y la perdonó, ella le insinuó querer regresar con él, pero Raúl le contestó que ya estaba con alguien más y se hallaba muy enamorado.
Karen y Clara, siguieron saliendo de excursiones, la relación se estrechó, Clara cambió de teléfono y le pidió a su familia que no le permitieran a Genaro localizarla.
Un buen día, Clara se presentó a la clínica, pidió que prepararan un embrión. Decidió que la inseminaran.
Pasó un tiempo más, Clara seguía en contacto con una de las hermanas de Genaro, iban a ir juntas de concierto. Como Clara sabía que Genaro vivía ahora en Saltillo, se quedaría en casa de la hermana de Genaro, sólo que esta, no le dijo a Clara que Genaro había regresado de sorpresa, y que este, le había pedido hospedaje. Como regresaron de madrugada, Clara se fue a dormir. Genaro bajó primero a hacerse un café, tal como hacía cada mañana y cuando Clara bajó a buscar algo al refrigerador, se hallaron de frente. Él la vio más hermosa que nunca. Estaba embarazada.
Se sentaron a esa conversación que había quedado pendiente por tanto tiempo. Él le confesó que se había casado al poco tiempo de que ella se fue, con una chica que había conocido en una fiesta, pero no había resultado bien aquella relación y estaba a un mes de su proceso de divorcio. Le confesó a Clara, que no había dejado de amarla. Estaba sorprendido de que ella estuviera embarazada, le preguntó si se había casado. Ella le respondió que no, pero que vivía con alguien. Ella no le confesó que la muestra de esperma había sido de él, pero sí, platicaron de otras cosas, se abrazaron, se reconciliaron. Ella regresó a Guadalajara, un mes antes, se había casado con Karen.
Pluma y Pensamiento
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Un 14 de febrero
Cuántas cosas pueden ocurrir un 14 de febrero, podrías suponerlo todo, menos lo que ocurre en esta historia de parejas


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