por: Sam Kong

Sol aparte, mido un secreto, una fantasía que pudiera ser pasajera, pero no lo es, como caja de Pandora guardando el fuego, éste que tan fuerte abraza lo que en mi mente escondo de ti y que celosa cuido como mi mejor poema.

Un día entre los dos nació una flor, también la suave nota de una humilde guitarra, una estrella de papel y una luna dibujada, la metáfora más extraña, el mensaje más largo, el más corto, la palabra y un silencio.

Humana, uno de los siete capitales me robé el otro día, un pedazo, sólo uno de sueños tuyos y de místicas verdades. Hablaba de amor el ángel, hablaba de amor un niño, tomaba mi mano con frágil toque, con frágil toque cual frágil sirio.

No quiero seguir el camino que sigue el viento, a menos que en el viento vayas tú. No quiero pesar en mi balanza sueños, quiero tener entre mis labios versos, entre mis ojos brillos, entre mi alma el cielo.

Para que tú, que para mí eres como el mar, para que tú que para el sol eres respuesta y para mí que para ti soy esperanza, guarda mi horizonte en tu bolsillo, pero tómalo para amarnos donde no se hable de tiempo, donde tiempo nunca exista, para no tener que decir que hay final después de que hubo comienzo y, para no pensar que, por hoy, un segundo se tomó la libertad de alejarnos y que ese segundo no regresará.

Déjame besar tu alma, yo nunca he besado tu boca, ella no tiene fibra que vibre tan fuerte, yo he besado tu alma, porque ella ve a través y yo a través de ti. Yo nunca besaré tu boca, porque en un beso se callan las palabras, por eso beso tu alma, porque tu ama dice lo que tu boca calla.

Y Amor, no dejes más suspendida mi mirada, mis ojos cerrados ven y mis oídos oyen más que… ¡Espera! Siempre estaremos, a vivir, a respirar el alba, a tener, a estrechar entre nosotros un verso, un momento, el infinito, la dicha y a veces, también la escarcha.

Después de lluvia una hoja mojada, se ve más verde y más bella porque hay en ella sólo un espejo y es el espejo que deja el agua.

Pluma y Pensamiento